Finjus demanda acciones urgente en cárceles
Entidad deplora muerte recluso en San Francisco
La
Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) consideró que el homicidio de
un interno en el recinto penitenciario de la Fortaleza Duarte el domingo ha
mostrado nueva vez el grado de deterioro del sistema carcelario y la necesidad
urgente de que el Estado coordine acciones positivas, enérgicas y sostenibles
para remediar lo que convertido en una lacra dentro del sistema democrático
dominicano.
El
interno fue acribillado a balazos disparados por otros presos en el momento en
que escenificaban un motín pidiendo ser trasladados a otras prisiones. El mismo
cumplía una condena de 30 años de reclusión en una prisión del sistema
tradicional que, aunque funciona bajo el control de la Dirección General de
Prisiones y de la Procuraduría General de la República, está ubicada al
interior de una fortaleza militar que pertenece al Sexto Batallón del Ejército
dominicano.
“Ha
sorprendido a la sociedad dominicana que en ese recinto circularan armas de
fuego, cuchillos, dispositivos electrónicos y celulares, al tiempo que negocios
diversos fueron permitidos, incluidos prestamistas, aparatos de juegos de azar
y otras actividades al margen de la ley”, manifestó Servio Tulio Castaños
Guzmán, vicepresidente Ejecutivo de Finjus.
Recordó
que es un hecho conocido que los recintos penitenciarios del modelo tradicional
se han convertido en centros desde los que se realizan diferentes delitos, que
van desde la clonación de tarjetas de crédito, hasta modalidades de extorsión y
manejo de bandas criminales al exterior de dichos centros.
Citó
un informe de mayo pasado de la Dirección General de Prisiones que informó que
en el sistema penitenciario existen 26,656 internos, de los cuales 15,285 son
presos preventivos (57 por ciento), y 11,374 están condenados, lo que
representa el 43 por ciento de la población total.
Castaños indicó que las cárceles dominicanas han acumulado un deterioro que se vincula con la indiferencia del Estado ante esta población, la falta de recursos y la incoordinación de programas y políticas públicas diseñadas y orientadas con sentido profesional y humano.
Finjus exhorta a los poderes públicos a coordinar acciones urgentes que eviten
que el país siga siendo considerado en la comunidad internacional como una
sociedad donde convive un pueblo con los mejores valores y las formas más
agudas de la degradación humana.
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