Evolución y resiliencia del sistema financiero dominicano: Un análisis macrofinanciero en la coyuntura actual
El Departamento de Regulación y Estabilidad Financiera presenta a los analistas económicos y financieros, así como al público en general, un análisis de la evolución de las principales partidas del sistema financiero dominicano, que permita ponderar el avance de este sector en la desafiante coyuntura de los años recientes, tanto en República Dominicana como a nivel internacional, y constatar la fortaleza del sistema financiero dominicano.
Como es sabido, un sistema
financiero en crecimiento, eficiente y dinámico constituye un elemento fundamental
para la transición de las economías hacia mayores niveles de ingresos y para
alcanzar el grado de inversión. El ciclo virtuoso de la inversión originado por
un sistema financiero vigoroso, que canaliza los ahorros de los depositantes hacia
los sectores productivos de la economía, acompañado de un capital bancario
robusto en cantidad y calidad, ha sido uno de los soportes necesarios para el
crecimiento económico en la República Dominicana.
Las principales partidas: Activos,
pasivos y patrimonio
Partiendo de las cifras al
cierre de mayo de 2024, los activos del sistema financiero totalizaron RD$3,645,637
millones, para un crecimiento de RD$544 mil millones con respecto a mayo de
2023, representando una tasa de expansión de 17.5%. Este crecimiento, tomado por sus valores absolutos, según se observa en
la gráfica 1, representa el mayor incremento interanual desde mayo de 2020, acumulando
desde entonces un crecimiento relativo de 71%, constatando la resiliencia del
sistema financiero para absorber choques externos, como el impacto económico
sin precedentes de la pasada pandemia del COVID-19 en 2020, los episodios de
turbulencia financiera internacional observados en 2023, así como las tensiones geopolíticas que han dominado el
escenario global.
Visto por los componentes que financiaron el citado crecimiento interanual de los activos del sistema financiero, es significativo que el mismo estuvo impulsado, principalmente, por las captaciones de recursos recibidos del público que crecieron en RD$344,611 millones, equivalente a un 14.4%, de mayo de 2023 a mayo de 2024, para un balance total de RD$2,741,336 millones. Esto evidencia la confianza del público en las entidades de intermediación financiera, como gestoras y custodios de los ahorros provistos por los hogares y empresas.
A la par del citado
incremento de las captaciones del público, un segundo elemento propulsor del
crecimiento de los activos ha sido el nivel de capital y reservas patrimoniales
del sistema financiero que ha crecido en RD$59,677 millones, un 17.7%
interanual, de mayo de 2023 al 2024, consolidando un balance total de unos
RD$396,000 millones en dichas cuentas de patrimonio. Este aumento absoluto en
la capitalización bancaria, notoriamente superior a los períodos anteriores, ha
permitido duplicar el capital financiero respecto de su valor previo a la
pandemia del COVID-19, con un crecimiento relativo cercano al 100% durante el
período de mayo 2019-2024.
Por igual, la evolución
antes descrita del capital es consistente con la senda de crecimiento
interanual del patrimonio regulatorio de las entidades de intermediación
financiera que, tomado en el periodo de marzo 2023 a 2024, creció en RD$45,027
millones, equivalente a un 12.5%. Consecuentemente, a marzo de 2024 el índice
de solvencia regulatoria se situó en 17.60%, superior al 10% mínimo requerido
por la Ley Monetaria y Financiera, significando que el sistema financiero
mantiene excedentes patrimoniales por RD$174,952 millones.[1]
Este robustecimiento
patrimonial resalta el compromiso reiterado de los accionistas de las entidades
de intermediación financiera con el fortalecimiento de dichas entidades, contribuyendo
a una mayor estabilidad financiera, protección de los recursos de los
ahorrantes y menores niveles de riesgo país, como reflejo de las condiciones
generales de certidumbre y confianza de las que goza la economía dominicana.
Crédito, morosidad y rentabilidad
En el contexto del crecimiento
antes referido del sistema financiero, un elemento destacable es la evolución
de la cartera de créditos. Desde mayo de 2023 a 2024, el total de créditos netos
otorgados por el sistema financiero se situó en torno a RD$2,000,000 millones, para
un crecimiento de RD$353,000 millones, un 21.5%.
|
|
Esto se ha logrado, a su vez,
con niveles de morosidad crediticia históricamente bajos, cerrando el mes de
mayo de 2024 con apenas 1.3% para el sistema financiero y de tan solo 1.2% para
la banca múltiple. En ese sentido, la banca múltiple mantiene niveles de riesgo
crediticio inferiores a las entidades bancarias en El Salvador (1.9%), Honduras
(2.1%), Costa Rica (2.3%), Guatemala (2.3%) y Panamá (4.0%), evidenciando que nuestras
entidades de intermediación financiera han suplido crédito en consonancia con
los criterios macroprudenciales en este ámbito. [2]
En materia de las políticas
monetarias y financieras que han incidido en la dinámica crediticia descrita
anteriormente, cabe resaltar el impacto positivo de las medidas adoptadas en
mayo de 2023 por la Junta Monetaria y el Banco Central. En el marco de estas
medidas, a través del sistema financiero se habilitaron recursos a los sectores
productivos, hogares y MIPYMES por RD$205 mil millones, a tasas de interés de
hasta un 9% anual y plazos de hasta 2 años, en un contexto de debilitamiento de
la demanda agregada y convergencia de la inflación doméstica al rango meta de
4% ± 1%.
De estos recursos, a mayo de
2024 se habían colocado RD$198 mil millones, principalmente a los sectores de
comercio, construcción, manufactura, agropecuaria, exportación, hogares y
MIPYMES. Entre estos sectores, se destacan RD$14,385 millones otorgados a 6,498
familias de bajos ingresos, para la adquisición de su primera vivienda;
mientras que RD$4,188 millones se destinaron a 53 empresas constructoras de
soluciones habitacionales de bajo costo, para financiar la construcción de unas
13 mil nuevas viviendas económicas.
Este programa de provisión de
liquidez iniciado en 2023, junto a otras medidas monetarias y financieras implementadas
en 2020 y 2021 por la Junta Monetaria y el Banco Central, con el fin de mitigar
el impacto económico adverso de la pandemia del COVID-19, han posibilitado que el
crédito otorgado por el sistema financiero pueda converger al 28% del Producto
Interno Bruto, preservando una senda
gradual de profundización financiera consistente con la convergencia de la
economía dominicana a mayores niveles de ingreso per cápita, a pesar de
prevalecer un contexto económico desafiante y complejo.
Como consecuencia de la
combinación de un mayor balance de operaciones y la gestión adecuada de los
riesgos financieros, a mayo de 2024 el sistema financiero dominicano generó
utilidades por RD$37,779 millones. Esto significa que, por cada RD$100 de
activos promedio el sistema financiero obtuvo ganancias de RD$3.1, para una rentabilidad
del activo (ROA) de 3.1%; de la misma forma, de cada RD$100 de capital generó
beneficios por RD$26.3, consistente con una rentabilidad sobre el patrimonio
(ROE) de 26.3%. Estas cifras, en particular de los bancos múltiples, se ubican entre
los niveles más altos de los últimos años, así como entre los valores más elevados
en los países de la región[3]. Dichos
niveles de rentabilidad han permitido al sistema financiero utilizar una parte
importante de sus ganancias para ampliar su base de capital, posibilitando el fortalecimiento
de su patrimonio, la inversión en sistemas informáticos y tecnológicos para la
vigilancia y protección ante ataques cibernéticos e incrementar la capacidad de
resiliencia en la absorción de riesgos sin afectar los depósitos de los
ahorrantes.
|
Consideraciones finales y
perspectivas
En ese sentido, del análisis
previamente realizado se aprecia que el sistema financiero dominicano exhibe
indicadores de crecimiento, solvencia y gestión de riesgos que evidencian una
notable resiliencia, holgada suficiencia patrimonial y amplios niveles de
rentabilidad comparado con sus pares. Esto ha permitido al sistema financiero sobrepasar
exitosamente los efectos económicos adversos de la pandemia global del COVID-19,
las turbulencias en los mercados financieros internacionales en 2023 y las
externalidades negativas del proceso inflacionario global, protegiendo
eficientemente los ahorros del público, en un marco de transparencia, cumplimiento
de las normas y estándares domésticos e internacionales. De la misma forma, las
entidades de intermediación financiera, lideradas por los bancos múltiples, han
mantenido una política de constante innovación en temas de digitalización de
sus operaciones, mostrando a su vez avances importantes en materia de gestión
de riesgos emergentes y de ciberseguridad.
Adicionalmente, el desempeño
positivo del sistema financiero y su impacto en la economía dominicana ha sido favorecido
por un contexto de medidas de política oportunas y acertadas, aprobadas por la
Administración Monetaria y Financiera, encabezadas de la Junta Monetaria como
regulador financiero constitucional y el Banco Central como ejecutor de la
políticas monetarias, cambiarias y financieras. En efecto, los programas de medidas
de liquidez incidieron positivamente en el acceso al financiamiento de los
sectores productivos, hogares y MIPYMES, en condiciones en que, por un
debilitamiento coyuntural de la demanda agregada o por choques externos sistémicos,
se hubiese visto interrumpido el flujo de crédito y el crecimiento económico.
La estabilidad del sistema
financiero y la gestión de las políticas macroprudenciales son elementos que, en
una perspectiva futura, continuarán incidiendo positivamente en la estabilidad
macroeconómica de la economía dominicana, afirmando su atractivo para los
flujos de inversión extranjera y para el desarrollo financiero doméstico. A su
vez, el crecimiento continuado del sistema financiero estará determinado por la
combinación prudente de, por un lado, el impulso de una mayor inclusión
financiera para profundizar el impacto social positivo de la actividad bancaria,
tanto en la reducción de la pobreza como en la mitigación y adaptación de los
riesgos climáticos, así como por el fortalecimiento y asimilación gradual de
normativas que permitan al sistema financiero continuar transitando hacia una
mayor resiliencia y coadyuvando al cumplimiento de los objetivos de solvencia, liquidez
y gestión que consagra nuestra Ley Monetaria y Financiera No. 183-02 del 21 de
noviembre de 2002.
[1] Según las últimas
informaciones publicadas por la Superintendencia de Bancos.
[2]
Reporte Interactivo de Indicadores Bancarios del Consejo Monetario
Centroamericano (CMCA), sistemas bancarios que conforman la región
(Centroamérica, Panamá y República Dominicana). Últimas informaciones
disponibles → (El Salvador (ago.23) y Nicaragua (ago.23)). Así como las fuentes
de información de las Superintendencias de Bancos y/o sus homólogos (Guatemala,
Panamá, Honduras y Costa Rica (may.24)).
[3]
Reporte Interactivo de Indicadores Bancarios del Consejo Monetario
Centroamericano (CMCA), sistemas bancarios que conforman la región
(Centroamérica, Panamá y República Dominicana). Últimas informaciones
disponibles →
(El Salvador (ago.23) y Nicaragua (ago.23)). Así como las fuentes de
información de las Superintendencias de Bancos y/o sus homólogos (Guatemala,
Panamá, Honduras y Costa Rica (may.24)). resiliencia
del sistema financiero dominicano: Un análisis macrofinanciero en la coyuntura
actual
Departamento de
Regulación y Estabilidad Financiera
Este artículo pretender
presentar a los analistas económicos y financieros, así como al público en
general, un análisis de la evolución de las principales partidas del sistema
financiero dominicano, que permita ponderar el avance de este sector en la
desafiante coyuntura de los años recientes, tanto en República Dominicana como
a nivel internacional, y constatar la fortaleza del sistema financiero
dominicano.
Como es sabido, un sistema
financiero en crecimiento, eficiente y dinámico constituye un elemento fundamental
para la transición de las economías hacia mayores niveles de ingresos y para
alcanzar el grado de inversión. El ciclo virtuoso de la inversión originado por
un sistema financiero vigoroso, que canaliza los ahorros de los depositantes hacia
los sectores productivos de la economía, acompañado de un capital bancario
robusto en cantidad y calidad, ha sido uno de los soportes necesarios para el
crecimiento económico en la República Dominicana.
Las principales partidas: Activos,
pasivos y patrimonio
Partiendo de las cifras al cierre de mayo de 2024, los activos del sistema financiero totalizaron RD$3,645,637 millones, para un crecimiento de RD$544 mil millones con respecto a mayo de 2023, representando una tasa de expansión de 17.5%. Este crecimiento, tomado por sus valores absolutos, según se observa en la gráfica 1, representa el mayor incremento interanual desde mayo de 2020, acumulando desde entonces un crecimiento relativo de 71%, constatando la resiliencia del sistema financiero para absorber choques externos, como el impacto económico sin precedentes de la pasada pandemia del COVID-19 en 2020, los episodios de turbulencia financiera internacional observados en 2023, así como las tensiones geopolíticas que han dominado el escenario global.
Visto por los componentes que financiaron el citado crecimiento interanual de los activos del sistema financiero, es significativo que el mismo estuvo impulsado, principalmente, por las captaciones de recursos recibidos del público que crecieron en RD$344,611 millones, equivalente a un 14.4%, de mayo de 2023 a mayo de 2024, para un balance total de RD$2,741,336 millones. Esto evidencia la confianza del público en las entidades de intermediación financiera, como gestoras y custodios de los ahorros provistos por los hogares y empresas.
A la par del citado
incremento de las captaciones del público, un segundo elemento propulsor del
crecimiento de los activos ha sido el nivel de capital y reservas patrimoniales
del sistema financiero que ha crecido en RD$59,677 millones, un 17.7%
interanual, de mayo de 2023 al 2024, consolidando un balance total de unos
RD$396,000 millones en dichas cuentas de patrimonio. Este aumento absoluto en
la capitalización bancaria, notoriamente superior a los períodos anteriores, ha
permitido duplicar el capital financiero respecto de su valor previo a la
pandemia del COVID-19, con un crecimiento relativo cercano al 100% durante el
período de mayo 2019-2024.
Por igual, la evolución
antes descrita del capital es consistente con la senda de crecimiento
interanual del patrimonio regulatorio de las entidades de intermediación
financiera que, tomado en el periodo de marzo 2023 a 2024, creció en RD$45,027
millones, equivalente a un 12.5%. Consecuentemente, a marzo de 2024 el índice
de solvencia regulatoria se situó en 17.60%, superior al 10% mínimo requerido
por la Ley Monetaria y Financiera, significando que el sistema financiero
mantiene excedentes patrimoniales por RD$174,952 millones.[1]
Este robustecimiento
patrimonial resalta el compromiso reiterado de los accionistas de las entidades
de intermediación financiera con el fortalecimiento de dichas entidades, contribuyendo
a una mayor estabilidad financiera, protección de los recursos de los
ahorrantes y menores niveles de riesgo país, como reflejo de las condiciones
generales de certidumbre y confianza de las que goza la economía dominicana.
Crédito, morosidad y rentabilidad
En el contexto del crecimiento
antes referido del sistema financiero, un elemento destacable es la evolución
de la cartera de créditos. Desde mayo de 2023 a 2024, el total de créditos netos
otorgados por el sistema financiero se situó en torno a RD$2,000,000 millones, para
un crecimiento de RD$353,000 millones, un 21.5%.
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Esto se ha logrado, a su vez,
con niveles de morosidad crediticia históricamente bajos, cerrando el mes de
mayo de 2024 con apenas 1.3% para el sistema financiero y de tan solo 1.2% para
la banca múltiple. En ese sentido, la banca múltiple mantiene niveles de riesgo
crediticio inferiores a las entidades bancarias en El Salvador (1.9%), Honduras
(2.1%), Costa Rica (2.3%), Guatemala (2.3%) y Panamá (4.0%), evidenciando que nuestras
entidades de intermediación financiera han suplido crédito en consonancia con
los criterios macroprudenciales en este ámbito. [2]
En materia de las políticas
monetarias y financieras que han incidido en la dinámica crediticia descrita
anteriormente, cabe resaltar el impacto positivo de las medidas adoptadas en
mayo de 2023 por la Junta Monetaria y el Banco Central. En el marco de estas
medidas, a través del sistema financiero se habilitaron recursos a los sectores
productivos, hogares y MIPYMES por RD$205 mil millones, a tasas de interés de
hasta un 9% anual y plazos de hasta 2 años, en un contexto de debilitamiento de
la demanda agregada y convergencia de la inflación doméstica al rango meta de
4% ± 1%.
De estos recursos, a mayo de
2024 se habían colocado RD$198 mil millones, principalmente a los sectores de
comercio, construcción, manufactura, agropecuaria, exportación, hogares y
MIPYMES. Entre estos sectores, se destacan RD$14,385 millones otorgados a 6,498
familias de bajos ingresos, para la adquisición de su primera vivienda;
mientras que RD$4,188 millones se destinaron a 53 empresas constructoras de
soluciones habitacionales de bajo costo, para financiar la construcción de unas
13 mil nuevas viviendas económicas.
Este programa de provisión de
liquidez iniciado en 2023, junto a otras medidas monetarias y financieras implementadas
en 2020 y 2021 por la Junta Monetaria y el Banco Central, con el fin de mitigar
el impacto económico adverso de la pandemia del COVID-19, han posibilitado que el
crédito otorgado por el sistema financiero pueda converger al 28% del Producto
Interno Bruto, preservando una senda
gradual de profundización financiera consistente con la convergencia de la
economía dominicana a mayores niveles de ingreso per cápita, a pesar de
prevalecer un contexto económico desafiante y complejo.
Como consecuencia de la
combinación de un mayor balance de operaciones y la gestión adecuada de los
riesgos financieros, a mayo de 2024 el sistema financiero dominicano generó
utilidades por RD$37,779 millones. Esto significa que, por cada RD$100 de
activos promedio el sistema financiero obtuvo ganancias de RD$3.1, para una rentabilidad
del activo (ROA) de 3.1%; de la misma forma, de cada RD$100 de capital generó
beneficios por RD$26.3, consistente con una rentabilidad sobre el patrimonio
(ROE) de 26.3%. Estas cifras, en particular de los bancos múltiples, se ubican entre
los niveles más altos de los últimos años, así como entre los valores más elevados
en los países de la región[3]. Dichos
niveles de rentabilidad han permitido al sistema financiero utilizar una parte
importante de sus ganancias para ampliar su base de capital, posibilitando el fortalecimiento
de su patrimonio, la inversión en sistemas informáticos y tecnológicos para la
vigilancia y protección ante ataques cibernéticos e incrementar la capacidad de
resiliencia en la absorción de riesgos sin afectar los depósitos de los
ahorrantes.
|
Consideraciones finales y
perspectivas
En ese sentido, del análisis
previamente realizado se aprecia que el sistema financiero dominicano exhibe
indicadores de crecimiento, solvencia y gestión de riesgos que evidencian una
notable resiliencia, holgada suficiencia patrimonial y amplios niveles de
rentabilidad comparado con sus pares. Esto ha permitido al sistema financiero sobrepasar
exitosamente los efectos económicos adversos de la pandemia global del COVID-19,
las turbulencias en los mercados financieros internacionales en 2023 y las
externalidades negativas del proceso inflacionario global, protegiendo
eficientemente los ahorros del público, en un marco de transparencia, cumplimiento
de las normas y estándares domésticos e internacionales. De la misma forma, las
entidades de intermediación financiera, lideradas por los bancos múltiples, han
mantenido una política de constante innovación en temas de digitalización de
sus operaciones, mostrando a su vez avances importantes en materia de gestión
de riesgos emergentes y de ciberseguridad.
Adicionalmente, el desempeño
positivo del sistema financiero y su impacto en la economía dominicana ha sido favorecido
por un contexto de medidas de política oportunas y acertadas, aprobadas por la
Administración Monetaria y Financiera, encabezadas de la Junta Monetaria como
regulador financiero constitucional y el Banco Central como ejecutor de la
políticas monetarias, cambiarias y financieras. En efecto, los programas de medidas
de liquidez incidieron positivamente en el acceso al financiamiento de los
sectores productivos, hogares y MIPYMES, en condiciones en que, por un
debilitamiento coyuntural de la demanda agregada o por choques externos sistémicos,
se hubiese visto interrumpido el flujo de crédito y el crecimiento económico.
La estabilidad del sistema
financiero y la gestión de las políticas macroprudenciales son elementos que, en
una perspectiva futura, continuarán incidiendo positivamente en la estabilidad
macroeconómica de la economía dominicana, afirmando su atractivo para los
flujos de inversión extranjera y para el desarrollo financiero doméstico. A su
vez, el crecimiento continuado del sistema financiero estará determinado por la
combinación prudente de, por un lado, el impulso de una mayor inclusión
financiera para profundizar el impacto social positivo de la actividad bancaria,
tanto en la reducción de la pobreza como en la mitigación y adaptación de los
riesgos climáticos, así como por el fortalecimiento y asimilación gradual de
normativas que permitan al sistema financiero continuar transitando hacia una
mayor resiliencia y coadyuvando al cumplimiento de los objetivos de solvencia, liquidez
y gestión que consagra nuestra Ley Monetaria y Financiera No. 183-02 del 21 de
noviembre de 2002.
[1] Según las últimas
informaciones publicadas por la Superintendencia de Bancos.
[2]
Reporte Interactivo de Indicadores Bancarios del Consejo Monetario
Centroamericano (CMCA), sistemas bancarios que conforman la región
(Centroamérica, Panamá y República Dominicana). Últimas informaciones
disponibles → (El Salvador (ago.23) y Nicaragua (ago.23)). Así como las fuentes
de información de las Superintendencias de Bancos y/o sus homólogos (Guatemala,
Panamá, Honduras y Costa Rica (may.24)).
[3]
Reporte Interactivo de Indicadores Bancarios del Consejo Monetario
Centroamericano (CMCA), sistemas bancarios que conforman la región
(Centroamérica, Panamá y República Dominicana). Últimas informaciones
disponibles →
(El Salvador (ago.23) y Nicaragua (ago.23)). Así como las fuentes de
información de las Superintendencias de Bancos y/o sus homólogos (Guatemala,
Panamá, Honduras y Costa Rica (may.24)).
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