Papa: Iglesia debe una disculpa a los gays por marginarlos
Los homosexuales y otros grupos marginados por la Iglesia
—como los pobres y los explotados— merecen una disculpa, afirmó el papa
Francisco.
Francisco respondió con una variante de su famoso comentario
“¿Quién soy yo para juzgarlos?” y una repetición de la enseñanza de la Iglesia
de que los gays no deben ser discriminados, sino tratados con respeto.
Dijo que algunos comportamientos politizados de la comunidad
homosexual pueden ser criticados por ser “un poco ofensivos para otros”, pero
agregó: “Alguien que tiene este estado, que tiene buena voluntad y que busca a
Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgarlo?”
“Debemos acompañarlos”, afirmó Francisco.
“Creo que la Iglesia no sólo debe ofrecer disculpas… a una
persona gay a la que ofendió, sino debemos ofrecer disculpas a los pobres, a
las mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, ofrecer
disculpas por haber bendecido tantas armas” y por no haber acompañado a las
familias que enfrentaban divorcios o que experimentaban otros problemas,
agregó.
Francisco expresó su “¿quién soy yo para juzgarlos'” durante
su primera conferencia de prensa a bordo de un avión en 2013, lo que se
convirtió en la señal de una nueva era de aceptación y de bienvenida para los
gays en la Iglesia. Después el pontífice se reunió con fieles homosexuales y
transgénero, y quizá aún más significativamente, al responder a las
afirmaciones de que se había entrevistado con Kim Davis, una mujer opuesta al
matrimonio gay, durante su visita a Estados Unidos, dijo que la única reunión
personal que sostuvo en Washington fue con un ex alumno homosexual y su pareja.
Sin embargo, a pesar de esas expresiones de apertura, muchos
católicos homosexuales aún aguardan avances después de que una consulta de dos
años en la Iglesia en torno a problemas de la familia no logró establecer
caminos pastorales nuevos y concretos para ellos.
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