Precandidatos republicanos atacarán a Trump en debate
Pero salió más fortalecido que nunca.
La inesperada durabilidad de Trump ha forzado a varios de sus
rivales a modificar su estrategia de cara al segundo debate el miércoles. Ahora
buscarán enfrentarse directamente con él sin perjudicar sus propias campañas.
El viraje refleja un cambio en la imagen de Trump dentro del
Partido Republicano. De capricho de verano para votantes exasperados se va
convirtiendo en un candidato que podría encabezar las encuestas durante meses y
ganar en algunos de los primeros estados que realizan primarias.
"Tiene el control total y absoluto del campo de batalla
político", dijo Steve Schmidt, uno de los principales estrategas de la
campaña presidencial del senador John McCain en 2008.
Trump se ha convertido en una piedra en el zapato del
establishment republicano, con un discurso antiinmigrante que temen perjudicará
la imagen del partido ante el electorado latino. Además en ocasiones ha
expresado su apoyo a aumentos de impuestos y el seguro de salud universal,
posiciones que la derecha considera tabú.
El empresario y exastro de reality TV ocupará el centro del
escenario entre los 11 precandidatos que debatirán en la Biblioteca
Presidencial Reagan en Simi Valley, California. El elenco del debate presentado
por CNN es el mismo del primero, con un agregado importante: Carly Fiorina, la
exdirectiva de Hewlett-Packard y la única mujer que compite por la candidatura
republicana.
El número de polemistas —posiblemente el mayor en la historia
política moderna— pone de manifiesto lo embarullada que es la competencia
cuando restan cinco meses para las primeras primarias, en Iowa.
Trump enfrenta un desafío renovado de Ben Carson, un
neurocirujano jubilado que últimamente ha avanzado en las encuestas. Dadas las
circunstancias, es probable que los moderadores le presten mayor atención.
Pero el contraste mayor entre los republicanos —revelador de
la batalla dentro del partido— sigue siendo entre Trump y Jeb Bush,
exgobernador de Florida, hijo y hermano de expresidentes. Bush se ha convertido
en uno de los blancos preferidos de Trump y no ha podido ocultar su fastidio
ante los ataques del empresario, sobre todo cuando lo llama un "candidato
flojo".
Comentarios
Publicar un comentario