Holanda detiene a dos sirios por traficar con "cientos" de refugiados
Los principales sospechosos, detenidos el 11 de septiembre,
son un hombre de 35 años de Eindhoven (en el sur del país) y su sobrino de 26
años, que son presuntamente responsables de operar una red de contrabando de
refugiados en Italia, Grecia, Austria y Hungría.
La policía militar también detuvo el domingo pasado a una
mujer miembro de la familia de los dos varones.
La misión de ella habría sido guardar el dinero en efectivo
obtenido del tráfico de refugiados.
Ha sido puesta en libertad a la espera de nuevos resultados
en la investigación, mientras que los otros dos permanecen detenidos.
Además, a principios de este mes un presunto cómplice sirio
de 27 años fue detenido en Budapest.
Es la primera vez que Holanda desmantela una red de
traficantes de refugiados, pero la policía militar dispone de pruebas de que
habría más de este tipo en los Países Bajos, según la cadena de televisión
pública NOS.
Hace un año, la Fiscalía inició una investigación sobre el
principal sospechoso, el hombre de 35 años, él mismo refugiado sirio con un
permiso de residencia en Holanda.
Éste mantuvo durante las pesquisas "miles" de
contactos por teléfono sobre la trata de personas con otros traficantes y
reclutadores internacionalmente distribuidos.
Organizaba envíos y arreglos de coches, así como pilotos para
el transporte de los refugiados. Estaba en estrecho contacto con otros
reclutadores distribuidos por Europa y Siria e Irak.
Su sobrino hacía todo tipo de trabajos, incluido el
reclutamiento de refugiados en Hungría y Austria.
El tráfico de personas se iniciaba en Turquía, donde la red
organizaba para refugiados sirios cruces en barco a Grecia o Italia, exigiendo
a esas personas un pago por adelantado de 7.000 euros.
El viaje en una camioneta desde Italia, Grecia, Hungría o
Austria costaba otros 700 euros.
De acuerdo con el Ministerio Público holandés, en los últimos
meses la red había trasladado sus operaciones a Budapest.
Debido al gran número de refugiados que huye a Europa,
duplicaron además los precios del transporte dentro de Europa a 1.500 euros.
Una vez en el Viejo Continente, los refugiados fueron
llevados a "centros de distribución" en Atenas, Budapest, Viena y
Milano.
Desde allí se les repartía a Alemania, Dinamarca, Suecia y
Holanda.
La investigación, que se llevó a cabo con la ayuda de las autoridades
húngaras, alemana, austríacas, de Europol y Eurojust.
Según NOS, el tráfico de refugiados era lucrativo, dado que
el principal sospechoso ganó al menos de entre 60.000 y 120.000 euros al año
por esta actividad ilegal.
En las últimas semanas, no obstante, y debido al aumento del
número de refugiados reclutados, el hombre cobró aproximadamente 20.000 euros a
la semana.
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