Donald Trump confirma que competirá para llegar a la Casa Blanca
"Estoy
anunciado oficialmente que estoy compitiendo para ser presidente de Estados
Unidos, para hacer nuestro país más grande de nuevo", afirmó Trump en un
discurso que pronunció durante un acto en Nueva York.
Con su
anuncio, ya son doce los políticos que expresan su intención de aspirar a la
candidatura presidencial del Partido Republicano para los comicios de noviembre
de 2016.
En su discurso,
Trump recurrió a la vena nacionalista, criticó el avance de China en la
economía mundial y también la presencia de inmigrantes mexicanos en Estados
Unidos.
"Nuestro
país necesita un gran y verdadero líder", afirmó Trump. "Necesitamos
a alguien que haga grande a este país de nuevo, y lo podemos hacer",
insistió.
Biografía
El anuncio
de las aspiraciones presidenciales de Donald Trump supone el corolario a la
biografía de este magnate inmobiliario, encarnación simultánea del sueño y la
pesadilla americanos en una vida llena de auges y caídas, trufada de divorcios,
libros, vodka y hasta un reality show en televisión.
"Nunca
se puede ser demasiado avaro" es su eslogan y él mismo se ha encargado de
definir el día de su adhesión a la carrera presidencial como "un gran día
para Estados Unidos", bajo el hashtag de #MakeAmericaGreatAgain (devuelve
la grandeza a Estados Unidos).
Como en la
película "Ciudadano Kane" (inspirada, a su vez, en el magnate William
Randolph Hearst), Donald Trump nació en una familia de clase media,
concretamente el 14 de junio de 1946 en Queens, en Nueva York, para luego
convertirse en un megalómano gurú cuyo fan número 1 es él mismo.
Se licenció
en 1968 en Economía Financiera por la Universidad de Pensilvania, comenzó como
obrero en la empresa de su padre, que heredó a los 28 años el negocio, y le dio
el giro para acabar dominando el negocio inmobiliario.
En 1982,
además de haber construido la torre con su nombre en Manhattan, ya era dueño de
tres casinos en Atlantic City y había abierto su propia aerolínea (Trump
Shuttle). Y hoy Forbes cifra su fortuna en 4.100 millones de dólares.
"Es
tangible, es sólida, es hermosa. Es artística, desde mi punto de vista.
Simplemente amo la inmobiliaria", escribiría, resumiendo sus bases
filosóficas y estéticas.
De ahí salen
también las sombras de su imperio: impúdico en su neoliberalismo, su
intolerancia, su ostentación y su extravagancia, su éxito lo convenció no solo
de que todo es posible, sino de que cada uno labra su propia suerte, por lo que
su trayectoria destila pocas concesiones a los débiles.
Ser
implacable es la clave de su carisma, como demostró su programa de televisión
para convertir a los participantes en empresarios de éxito, "The
Apprentice", triunfó en la NBC, le hizo finalista a dos Emmys y en él
eliminaba a los concursantes diciendo: "Estás despedido".
"Nunca
pensé que despedir a 67 personas en la televisión nacional me haría más
popular, especialmente entre las generaciones más jóvenes", aseguró
irónico.
Los títulos
de sus libros tampoco engañan a nadie: "Así llegué a la cima" (2005),
"Queremos que seas rico" (2009) o "Piensa en grande y patea
culos en los negocios y en la vida" (2009) forman parte de una exitosísima
saga literaria de autoayuda para aspirantes a millonarios.
En paralelo
a sus negocios, Donald Trump ha tenido una gran presencia mediática por su vida
sentimental que le ha dado cinco hijos (que siguen sus pasos) y, lo más
importante para las portadas de las revistas, tres esposas modelos.
La primera
de ellas fue Ivana Trump, que le sacó 25 millones de dólares en efectivo en su
divorcio en 1992, y le hizo extremar las precauciones con las otras dos, Marla
Maples y Melania Trump.
Su primera
crisis, de hecho, coincidió con su primer divorcio, cuando se declaró en
bancarrota. En 2004 repitió la operación.
Trump ha
tenido que reponerse de varias quiebras (que también canalizó en otros libros
como "El arte de vender"), pero siempre permaneció infatigable ante
el fracaso, como su incólume flequillo.
Y sigue
acumulando tareas: maneja la pista de hielo de Central Park en Nueva York,
tiene su propia agencia de modelos, su cadena de restaurantes, sus colonias
(llamadas, no en vano "Empire" y "Success") y está detrás
del negocio del concurso de Miss Universo.
Algunos de
sus proyectos más llamativos fueron los de crear su propio vodka
("T"), un juego de mesa parecido al monopoly, pero con su nombre, y
su universidad en internet, Trump University, que acabó cambiando de nombre por
una trama judicial de prácticas ilegales y nunca llegó a tener títulos
oficiales.
Sus
enseñanzas eran claras. "No educar a tus hijos en el dinero es como
descuidar su alimentación. Si entran en el mundo sin conocimientos financieros,
les costará mucho más conseguir lo que quieren", escribió ya en "Cómo
hacerse rico", otra de sus obras.
Además, en
sus declaraciones tampoco ha mostrado simpatía hacia los emigrantes, como
cuando intentó invalidar a Barack Obama como presidente al asegurar que no
había nacido en Hawai sino en Kenia, o al comentar la victoria de
"Birdman", de Alejandro Gronzález Iñárritu en los últimos premios
Óscar para la cadena Fox.
"Fue
una gran noche para México, como siempre. Este país, ya sabes, todo esto que
pasa es ridículo", dijo, además de incidir en que China "nos está
matando", como dijo hoy.
Ahora, a sus
69 años y sin intención de que le crezcan pelos en la lengua, cumple por fin un
sueño, el de aspirar a la Casa Blanca, empeño que no cuajó en 2012.
"Toda
mi vida he sido una persona exitosa. Y alguien que solo es modestamente exitoso
no puede liderar el partido republicano. Estoy oficialmente concurriendo por la
presidencia de Estados Unidos y vamos a hacer este país grande de nuevo",
resumió hoy.
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