Amnistía denuncia 103 traumas oculares en marchas en Colombia
Leidy, quien perdió
la visión de su ojo, forma parte de un grupo de 103 colombianos que sufrieron
traumas oculares por el presunto uso desproporcionado de la fuerza por parte de
agentes de la policía en el marco de las protestas de este año, según un
informe publicado el viernes por Amnistía Internacional, la organización no
gubernamental Temblores y el Programa de Acción por la Igualdad y la Inclusión
Social de la Universidad de los Andes.
“Las denuncias dan
cuenta de heridas ocasionadas por el uso ilegítimo de armas potencialmente
letales, como los cilindros de gas lacrimógeno lanzados directamente a los
rostros de manifestantes violando los protocolos establecidos para su uso y los
estándares internacionales”, indica el informe titulado “Tiros a la vista:
traumas oculares en marco del paro nacional”.
Más del 70% de los
casos documentados se registraron en Bogotá, Valle del Cauca y Cauca,
epicentros de las protestas que se prolongaron por más de tres meses contra las
reformas gubernamentales, la inequidad agravada por la pandemia y los excesos
de la policía.
La Procuraduría
-encargada de sancionar disciplinariamente a los funcionarios públicos- abrió
más de 200 investigaciones disciplinarias a miembros de la policía por
agresiones físicas, abuso de autoridad, acoso sexual y homicidio.
Las protestas fueron
en su mayoría pacíficas, sin embargo, hubo focos de violencia: 2.500 civiles y
policías resultaron heridos y se reportó oficialmente la muerte de más de 50
personas, de las cuales 28 tendrían relación directa con las protestas, según
reportes públicos de la Fiscalía. Las organizaciones defensoras de derechos
humanos aseguran que las víctimas fueron más.
La Fiscalía y Procuraduría
no respondieron de inmediato sobre el avance en las investigaciones por al ser
consultadas por The Associated Press.
Denunciar se ha
convertido para Leidy en una doble victimización. Según relató a Amnistía
Internacional, ha recibido amenazas en su casa y por redes sociales, por lo que
tuvo que salir del país junto a su pareja y su mamá para salvaguardar su
integridad.
Una situación similar
han vivido Sandra Milena Pérez y su hija Sara Cárdenas, de 18 años, quien
perdió la visión en un ojo. Luego de denunciar se exiliaron. Las dos fueron
heridas el 5 de mayo presuntamente por agentes de la policía antimotines.
“Creo que eran
(municiones) de goma, porque si hubiera sido de otro material me perfora
cuerpo, cara y nos mata… desafortunadamente, mi hija estaba detrás de mí y ella
recibió un impacto en su ojito izquierdo, a ella sí le abrieron todo el párpado
y empezó a escurrir sangre”, contó a los investigadores de las organizaciones
no gubernamentales.
Amnistía
Internacional encontró “patrones en la represión de la protesta social” y
determinó que hubo un “uso indiscriminado de lanzagranadas lacrimógenas” y “uso
direccionado al cuerpo de los manifestantes”, tras analizar cientos de piezas
audiovisuales de las protestas ocurridas entres el 28 de abril y el 20 de
octubre -aunque en los últimos cuatro meses las manifestaciones han sido
esporádicas-.
El presidente Iván
Duque ha dicho en varias ocasiones que se investigarán con rigor los casos para
determinar si algunos policías se extralimitaron en sus funciones, sin embargo,
ha negado que se trate de una práctica sistemática. A raíz de las denuncias de
excesos de la policía, la institución creó una Dirección de Derechos Humanos
con la promesa de mejorar sus prácticas. AP
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