El país tiene desde hace tiempo tecnología Pegasus
El Excélsior, México.- Desde 2011 se ha documentado la presencia del programa Pegasus en México, pero fue durante el sexenio de Enrique Peña Nieto que su utilización llegó a niveles de escándalo.
En junio de 2017, The
New York Times, Artículo 19, R3D, Social Tic y Citizen Lab identificaron los
primeros blancos del espionaje, entre los que destacaban activistas,
periodistas y defensores de derechos humanos.
Como parte de aquella
investigación se detectaron 25 víctimas en México. Con Pegasus Project, hoy se
puede estimar que las potenciales víctimas de espionaje se cuentan por miles.
Desde 2017 periodistas y organizaciones de derechos humanos presentaron
denuncias ante la entonces PGR, con lo que se abrió una investigación que
continúa ahora desde la Fiscalía General de la República.
Aristegui Noticias
publicó que el programa ha estado al menos en manos de dependencias federales
como la Procuraduría General de la República, el Ejército Mexicano y el ya
desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Existe
información de que gobiernos estatales han adquirido equipos y programas
similares.
Desde que se publicó
el reporte de #GobiernoEspía ninguna autoridad federal ha transparentado el uso
de estos programas ni ha procesado a los responsables por el uso ilegal e
ilegítimo de este tipo de sistemas.
Pegasus Project es
una investigación internacional que revela por primera vez la existencia de más
de 50 mil números telefónicos que fueron seleccionados con el objetivo de
espionaje por los clientes de la compañía NSO Group, empresa líder en el mundo
del ciberespionaje.
En la investigación
coordinada por Forbidden Stories, la organización francesa dedicada al
periodismo de investigación, y Amnistía Internacional, participan más de 80
periodistas del mundo de 17 medios y organizaciones, entre las que se encuentra
Aristegui Noticias.
The Washington Post,
Le Monde, Süddeutsche Zeitung, Die Zeit, The Guardian, Daraj, Direkt36, Le
Soir, Knack, Radio France, The Wire, The Organized Crime and Corruption Reporting
Project, Haaretz, PBS Frontline, Aristegui Noticias y Proceso forman
parte esta investigación internacional.
La información aquí
expuesta apunta a la responsabilidad de decenas de gobiernos e instituciones
que hicieron uso de Pegasus en contra de todo tipo de líderes, mandatarios,
periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, sin justificación
válida, órdenes judiciales o razón de Estado alguna.
A lo largo de la
investigación se documentó que los operadores del sistema colocaron como blanco
de espionaje a más de 500 diplomáticos, más de mil 200 funcionarios, alrededor
de 250 defensores de derechos humanos y por lo menos 180 periodistas. Dentro de
los miles de números registrados aparecen al menos 12 jefes de Estado, cuyos
números fueron colocados como blanco por clientes del programa mientras estaban
en funciones en sus respectivos países.
Durante la investigación
no fue posible saber cuántos de esos miles de números fueron sometidos a
espionaje con Pegasus. Se pudieron corroborar a través de análisis forenses 37
casos de teléfonos que habían sido infectados exitosamente con el
software creado por NSO.
La empresa israelí
NSO Group desarrolló uno de los sistemas de espionaje más intrusivos y
eficientes de los que se tiene noticia en el mundo. Creó un software que por su
eficacia y alcance ha sido adquirido en decenas de países, en diferentes
regiones del mundo.
A pesar de que la
empresa afirma que el software solo puede ser utilizado en contra de objetivos
criminales o aquellos que atenten contra la seguridad de los Estados, lo cierto
es que hoy hay evidencia de que Pegasus ha sido utilizado sin cumplir los
estándares de la compañía que lo creó ni las leyes de los países en donde
opera.
La información
permite saber que quienes han usado Pegasus no solo ponen a una persona como su
objetivo, sino incluyen en el ataque a su familia, amigos, compañeros de trabajo
y todo lo que tenga que ver con la persona espiada.
Los datos revisados
describen las operaciones del programa desde 2016 y hasta la fecha en 50
naciones. Algunos países tienen decenas de objetivos seleccionados y apenas un
puñado rebasa los mil ingresos. La India, por ejemplo, supera los 2 mil números
ingresados y en Arabia Saudita el registro es de más de 800.
El caso mexicano se
cocina aparte. Comparado con cualquier otro de los países investigados sus
registros se disparan.
Es la nación, que con
mucho, rebasa el número de teléfonos ingresados a este universo de información.
Más de 15 mil ingresos aparecen en los datos disponibles, una cifra muy alta a
lado de las que se reportan en otras partes del mundo. Una gran parte del resto
de los números identificados están en países de Medio Oriente, como Qatar,
Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Yemen.
El uso del programa
espía en México solo se puede comparar con el de los Emiratos Árabes Unidos y
Marruecos, con más de 10 mil objetivos, cada uno. Ruanda aparece en un lejano
tercer lugar con más de 3 mil 500, mientras que Bahrein acumula casi 3
mil. En el caso de Europa se reportaron mil números franceses y los
de al menos dos magnates de medios en Hungría.
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