Ucrania ve espacio para acuerdos con Rusia
daña ciudad de Mariúpol a través de un corredor humanitario.
Los acontecimientos
en el frente diplomático y en el terreno se produjeron en el 20mo día de la
invasión rusa, mientras el número de ucranianos que han huido del país en medio
del conflicto más fuerte de Europa desde la Segunda Guerra Mundial superaba los
3 millones.
Uno de los
principales negociadores de Ucrania, el asesor presidencial Mykhailo Podolyak,
señaló que la última ronda de negociaciones con los rusos, que se llevó a cabo
por video, fue “muy difícil y densa”, y dijo que había “contradicciones
importantes” entre ambas partes, pero añadió que “ciertamente hay espacio para
acuerdos”. Añadió que las conversaciones continuarán el miércoles.
Anteriormente, Ihor
Zhovkva, otro asesor del presidente ucraniano Volodymir Zelenskyy, se mostró
más optimista y dijo que las negociaciones se habían vuelto “más constructivas”
y que Rusia había suavizado su postura y ya no estaba exigiendo que Ucrania se
rindiera.
En otros
acontecimientos, los líderes de tres países miembros de la Unión Europea
—Polonia, República Checa y Eslovenia— visitaron la asediada capital ucraniana,
llegando por tren en una osada muestra de apoyo en medio del peligro en la
región.
En tanto, las
autoridades ucranianas informaron que los cañonazos rusos sobre la capital
parecían ser más sistemáticos y se acercaban al centro de la ciudad,
destrozando apartamentos, una estación de metro y otros lugares civiles.
Zelenskyy dijo que
las andanadas destruyeron cuatro edificios de varios pisos en la ciudad y
mataron a decenas de personas. Los ataques perturbaron la relativa calma que
volvió después de que se detuviera un avance inicial de las fuerzas de Moscú en
los primeros días de la guerra.
Un alto funcionario
de defensa de Estados Unidos, que habló bajo condición de anonimato para
discutir la evaluación del Pentágono, dijo que los rusos estaban utilizando
ataques de largo alcance para impactar objetivos civiles dentro de Kiev con una
frecuencia cada vez mayor, pero que sus fuerzas terrestres estaban haciendo
poco o ningún progreso en todo el país. El funcionario dijo que las tropas
rusas todavía estaban a unos 15 kilómetros (9 millas) del centro de la capital.
Añadió que Estados
Unidos ha visto indicios de que Rusia cree que necesitará más soldados o
suministros de los que tiene en Ucrania, y que estaba considerando las opciones
para llevar más recursos al país. El funcionario no dio más detalles.
Previo a las
negociaciones del martes, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi
Lavrov, dijo que Moscú reiteraría sus demandas de que Ucrania desista de su
intención de integrarse a la OTAN, adopte un estatus neutral y se
“desmilitarice”.
En una declaración
que parecía señalar un posible terreno para un acuerdo con Moscú, Zelenskyy
comentó a los mandatarios europeos reunidos en Londres que se da cuenta de que
la OTAN no tiene ninguna intención de aceptar a Ucrania como miembro.
“Hemos escuchado
durante muchos años sobre las puertas abiertas, pero también hemos escuchado
que no podemos pasar por esas puertas”, señaló. “Esta es la verdad, simplemente
tenemos que aceptarla como lo que es”.
La OTAN no acepta a
naciones con conflictos territoriales no resueltos. Zelenskyy ha dicho en
varias ocasiones durante las últimas semanas que se da cuenta de que la OTAN no
le va a ofrecer a Ucrania que sea miembro de la alianza y que él consideraría
un estatus neutral para su país, pero que necesita sólidas garantías en materia
de seguridad por parte de los países de Occidente y de Rusia.
Por su parte, la ONU
dijo que se ha confirmado que cerca de 700 civiles ucranianos han fallecido,
aunque se cree que la cifra real probablemente es mucho mayor.
Dos periodistas que
trabajaban para Fox News perdieron la vida cuando el vehículo en el que iban a
bordo fue atacado el lunes en las afueras de Kiev, informó la cadena. Fox los
identificó como el videoperiodista Pierre Zakrzewski y la periodista ucraniana
Oleksandra Kuvshynova, quien ayudaba al equipo de Fox a recorrer la zona. Otro
periodista falleció el domingo en Ucrania.
Nuevos esfuerzos de
ayuda y evacuación se estaban llevando a cabo el martes en todo el país.
Intentos previos fallaron debido a los incesantes combates. La Cruz Roja
informó que estaba trabajando para evacuar a la gente en unos 70 autobuses de
la localidad de Sumy, en el noreste del país y cercana a la frontera con Rusia.
El éxodo desde
Mariúpol representó la evacuación más grande hasta ahora de la ciudad sureña de
430.000 habitantes, donde las autoridades dijeron que un asedio de una semana
ha provocado la muerte de más de 2.300 personas y dejado a residentes
batallando para conseguir alimentos, agua, calefacción y medicamentos. Los
cuerpos han sido enterrados en fosas comunes.
Kyrylo Tymoshenko, un
asesor de Zelenskyy, dijo que unas 20.000 personas lograron salir de Mariúpol
en 4.000 vehículos privados a través de un corredor seguro con dirección a la
ciudad de Zaporizhzhia.
Los combates se han
intensificado en las afueras de Kiev en los últimos días, y las sirenas de
ataques aéreos sonaron dentro de la capital. El alcalde impuso un toque de
queda que se extiende hasta el jueves por la mañana.
Los ataques con
artillería del martes impactaron el distrito de Svyatoshynskyi, en el oeste de
Kiev y adyacente al suburbio de Irpín, que ha sido testigo de algunos de los
peores combates de la guerra.
Había llamas que
salían de un edificio de 15 niveles mientras los bomberos subían por escaleras
para rescatar a la gente en medio de una humareda. Varios pisos del bloque
quedaron teñidos de negro, un impacto dejó un agujero en el suelo delante del
inmueble y las ventanas de los apartamentos cercanos estaban reventadas. Los
rescatistas dijeron que al menos una persona había muerto.
“Ayer extinguimos un
incendio, hoy otro, es muy difícil”, expresó entre lágrimas un joven bombero
que sólo dio su nombre, Andriy, mientras se tomaba un breve descanso ante el
edificio. “La gente muere, y lo peor es que los niños mueren. No han vivido sus
vidas y ya han visto esto, esto es lo peor”, manifestó.
Las autoridades
municipales tuitearon una imagen de la fachada destruida de una estación del
metro que había sido usada como refugio antibombas y señalaron que los trenes
ya no harían parada en la estación.
En el distrito
Podilsky de Kiev, al norte de un barrio con edificios del gobierno, también fue
dañado un edificio de apartamentos de 10 plantas.
Las fuerzas rusas han
intensificado también los ataques nocturnos sobre los suburbios occidentales de
Irpín, Hostomel y Bucha, dijo el máximo responsable de la región de Kiev,
Oleksiy Kuleba.
“Muchas calles se han
convertido en una masa de acero y concreto. La gente lleva semanas escondida en
los sótanos, y tiene miedo de salir incluso para las evacuaciones”, dijo Kuleba
el martes en la televisión ucraniana.
Las fuerzas rusas
también redoblaron su ofensiva sobre la segunda ciudad más grande del país,
Járkiv, en el este, con más de 60 ataques durante la noche, según el jefe del
gobierno regional, Oleh Sinehubov.
Los ataques
impactaron el centro histórico de la ciudad, incluido el mercado principal.
Sinehubov dijo que
los cuerpos de decenas de civiles fueron retirados de un edificio de
apartamentos destrozado.
El martes por la
noche, las fuerzas ucranianas repelieron a las tropas rusas que intentaron
asaltar Járkiv desde sus posiciones en Piatykhatky, un suburbio a 15 kilómetros
(9 millas) al norte, y fueron capaces de “hacer retroceder al enemigo más allá
de su posición anterior”, afirmó Sinehubov en Telegram.
En Mykolaiv, una
ciudad sureña estratégica cerca del mar Negro donde los ataques aéreos mataron
a nueve personas el domingo, los residentes se preparaban para más cañonazos.
Voluntarios preparaban alimentos y ordenaban la ropa donada. Se almacenaron
bombas molotov para utilizarlas contra los invasores.
“Somos atacados
durante el día y durante la noche”, comentó Svetlana Gryshchenko, cuyo hijo era
soldado y perdió la vida en el combate. “Es una pesadilla lo que Rusia le está
haciendo al territorio de Ucrania”. AP
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