Revelada doble jugada delictiva de un imputado en “Caso FM”
Cada detalle surgido
de la pieza acusatoria contra la alegada red de ciberdelincuencia, golpeada
ahora por la “Operación FM”, que operaba desde Santiago y dejaba en añico
económico a sus víctimas en Estados Unidos, arroja cada vez más luz sobre el
grado peligroso alcanzado, durante años, prácticamente inadvertido, por
empresas del delito en el país.
En sus negocios
ilícitos, conforme con fiscales a cargo de la investigación de este caso,
algunos encartados no solo andaban de liga con su red, sino que se
vinculaban con otras operaciones que les sumaba riquezas, placeres,
ostentación ilimitada, lujos y poder desmedido.
Esos eran sus
negocios y parece que, entre los implicados, no había límites ni les importaba
la cuestión de piedad o pudor.
“En el crimen todo es
cuestión de forma. Las variantes de la delincuencia no son más que proteísmos
de un mismo hecho: la violación de la ley”, eso dijo en su momento, con valor
vigente, el escritor peruano Enrique López Albújar, muerto hace 56 años.
El caso de Juan
Gabriel
Un ejemplo de esto viene de lo más recién conocido del definido presunto cabecilla
de la red desmantelada por la operación a cargo del Ministerio Público, Juan
Gabriel Pérez Tejada, del que asegura está vinculado con hechos en los que
participó el imputado José Alejandro de la Cruz Morales, del “Caso Falcón”.
La Procuraduría
Especializada en Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo
sostiene que Pérez Tejada fue propietario de un vehículo involucrado con
actividades en las que participó el presunto grupo criminal dirigido por De la
Cruz Morales, de alias “Omar La Moña”, ahora bajo prisión preventiva en
Santiago.
Datos en reseñas
Registros periodísticos del 29 de junio de 2013 indican que la Policía Nacional
capturó a cuatro personas, una de las cuales mató a tiros a dos durante una
transacción de drogas en la carretera que conduce a Santo Cerro, en La Vega,
la noche del 18 de junio.
Las víctimas
El informe policial estableció que se trató de Rafael Antonio Sánchez Brito
(El Rubio o El Mortal), residente en Jarabacoa, quien disparó contra Maireni
González Salvador y Cecilio Eusebio Suero (El Muerto), causándoles heridas
mortales, en medio del negocio de varios kilos de cocaína.
Las víctimas estaban
acompañadas de José Alberto Pujols López, quien, según la Policía, logró
escapar del lugar, y sus declaraciones sirvieron para ubicar y apresar a los
cuatro involucrados en el doble asesinato.
Pujols López dijo que
llegaron al lugar a bordo de una yipeta Chevrolet Tahoe, placa G213475, y que
el hecho se produjo cuando los victimarios montaban a otro vehículo similar,
provistos de chalecos antibalas y gorras color negro, portando armas cortas y
largas.
El testimonio de Pujols
De acuerdo con el testimonio de Pujols López a las autoridades, los cuatro
sujetos actuaron por encargo de De la Cruz Morales y de otra persona, a quien
sólo identificó por el sobrenombre de Johnny.
De la negociación de
la cocaína, los principales responsables eran Maireni, quien sería la
vendedora, y De la Cruz Morales, el comprador.
El vehículo en el que
iban las personas que fueron asesinadas era propiedad de Pérez Tejada.
De acuerdo con el
Ministerio Público, esto puede confirmarse mediante la sentencia TC/0090/15,
relativa al recurso de revisión constitucional de amparo interpuesto por el
imputado Pérez Tejada contra la sentencia 00071/13, del 18 de julio de 2013,
dictada por la Tercera Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito
Judicial de La Vega.
El reclamo del
vehículo
En la revisión “el imputado pretendía que se ordenara a la Procuraduría
Fiscal de la Vega, o cualquier otra autoridad que tuviese la guarda del
vehículo tipo Jeep, marca Chevrolet, modelo Tahoe del año 2007, color blanco,
con placa número G213475, su devolución inmediata, dado que había sido
secuestrada de manera ilegal, en fecha del 19 de junio de 2013”, establecieron
los fiscales.
La solicitud fue
rechazada por el tribunal constitucional, pero los fiscales dicen que “dejó
establecido fehacientemente el vínculo de Pérez Tejeda desde el año 2013 con
actividades relativas a narcotráfico y el lavado de activos”.
Las operaciones
El grupo acusado de pertenecer a una red de lavado de activos también se
dedicaba, según el Ministerio Público, a “operaciones de narcotráfico a gran
escala”.
El ente acusador
precisó que estos introducían el dinero al país de forma camuflada, escondido
dentro de bocinas, y luego lo ponían a circular en el sistema financiero
nacional.
El escenario para perpetuar
sus acciones era Único Auto Detailing, LLC., un negocio dedicado a la
reparación y modificación de automóviles antiguos y al lavado y mantenimiento
de vehículos de alta gama, propiedad de Juan Gabriel Pérez, alías “El Gordo”,
uno de los encartados.
Fuente: www.listindiario.com
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