Primeras negociaciones entre Rusia y Ucrania mientras siguen los combates
"Rusia y Ucrania están
manteniendo las primeras conversaciones", dijo la agencia
bielorrusa Beta sobre estas conversaciones que se celebran en la región de
Gómel, en Bielorrusia, cerca de la frontera con Ucrania, y que
coinciden con un aumento de la resistencia de Kiev al avance de las tropas de
Moscú.
La invasión rusa
desató una cascada de sanciones de los países occidentales y sus
aliados que incluyen bloqueos al acceso al sistema financiero, pero también un
cierre del espacio aéreo para los aviones rusos.
Muchos países
ofrecieron armas a Ucrania, pero insistieron en que no se involucrarán
militarmente.
Ucrania exige un
alto al fuego "inmediato" y la retirada de las tropas rusas
de su territorio y el presidente Zelenski urgió a los soldados de
Moscú a que "depongan las armas" y que "salven sus vidas",
en un mensaje en ruso publicado en las redes sociales.
Zelenski, con una
ágil presencia mediática durante la crisis, también pidió a la Unión Europea
(UE) que admita inmediatamente a su país en el bloque, pero en Bruselas
"hay diferentes opiniones" al respecto, respondió el presidente del
Consejo Europeo, Charles Michel.
Por su parte el jefe
negociador ruso, Vladimir Medinski, afirmó que su país "busca un
acuerdo", pero el Kremlin dijo que no quiere revelar su posición antes de
las negociaciones.
Zelenski, admitió ser
escéptico sobre las conversaciones.
"Como siempre,
realmente no creo en el resultado de la reunión, pero que lo intenten",
declaró.
Sin victoria
contundente
En el terreno, los
ucranianos parecen aumentar su capacidad de resistencia frente a los rusos, que
todavía no logran anunciar ninguna victoria contundente.
El lunes, las
autoridades ucranianas afirmaron que los rusos intentaron durante varias
oportunidades durante la noche un asalto contra la capital, sin éxito. Kiev
estuvo el fin de semana bajo un estricto toque de queda que se levantó a las
08H00 GMT del lunes.
En la ciudad se
formaron largas colas fuera de los supermercados, donde la población mostraba
agotamiento y turbación. En las calles brigadas de voluntarios con
lazos amarillos y azules con los colores nacionales levantaron
barricadas improvisadas.
El ejército ruso
afirmó que los civiles podían irse "libremente" de
Kiev y acusó al gobierno ucraniano de utilizarlos como "escudos
humanos".
Según el Estado Mayor
de Ucrania, Moscú "desaceleró el ritmo de la ofensiva".
La presidencia ucraniana
afirmó que la ciudad de Berdiansk, en el mar de Azov, está
"ocupada" y el ejército ruso afirmó que tiene rodeada a la
localidad de Jersón, más al oeste del país.
Ambas ciudades están
cerca de la península de Crimea, que Rusia anexó
de Ucrania en 2014 y desde la cual lanzó una de sus varias
fuerzas de invasión.
El balance del
conflicto sigue siendo incierto y Ucrania informó de 200
civiles y decenas de militares muertes desde el jueves, incluyendo a
16 niños.
Por su parte la ONU
registró 102 civiles muertos, incluyendo a 7 niños y a 304 heridos,
pero advirtió que cifras reales en el terreno pueden ser
"considerablemente" más altas.
El presidente ruso,
Vladimir Putin afirma que las acciones rusas se justifican para defender a los
separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Los rebeldes han enfrentado
al gobierno ucraniano por ocho años, en un conflicto que ha cobrado 14.000
vidas.
El
domingo Rusia reconoció por primera vez que el país sufrió pérdidas
humanas en el conflicto, pero no dio cifras, afirmando que de todas formas,
cuenta con la "supremacía aérea" en toda Ucrania.
Tanto las
conversaciones como el conflicto en el terreno están marcado por la amenaza
lanzada el domingo por Putin que ordenó la puesta en alerta máxima de las
fuerzas de disuasión nucleares.
Estados Unidos
calificó la orden de Putin como "totalmente
inaceptable" y el secretario general de la OTAN, Jens
Stoltenberg, tildó la actitud de Moscú de "irresponsable".
Un masivo éxodo
En tanto, el éxodo de
refugiados siguió y según la agencia de la ONU para los refugiados
ACNUR, desde el jueves cerca de 500.000 personas huyeron hacia los países
vecinos. La UE espera que este conflicto deje siete millones de
desplazados.
La mayoría de los
refugiados partieron hacia Polonia, un país vecino donde hay una importante
comunidad de inmigrantes ucranianos, pero también llegaron a Rumania,
Eslovaquia y Hungría.
El primer ministro
húngaro, Viktor Orban, que es conocido por sus duras posiciones contra los
inmigrantes, relajó las restricciones contra los demandantes de asilo durante
el fin de semana y en la frontera los húngaros intentaron confortar a
los desplazados con comida o con ofertas de alojamiento.
En el paso fronterizo
Medyka, en Polonia, Katarzina Jasinska, de 25 años, le entregó un abrigo de
niño a un ucraniano. "Llegaron si nada o con lo puesto. Estaban
huyendo y no tuvieron tiempo de llevar nada a parte de lo que traían
encima", contó en lágrimas esta técnica en veterinaria.
En todo el mundo
cientos de miles de personas se manifestaron el fin de semana con banderas
ucranianas para rechazar la invasión rusa y en las redes sociales
muchas personas mostraban su apoyo a Kiev colocando la bandera ucraniana en sus
perfiles.
El rublo se desploma
Las sanciones contra
Moscú provocaron una debacle en los mercados rusos y el rublo se
depreció con fuerza en las operaciones de la apertura, obligando a suspender
los intercambios. Para sostener la economía nacional, el Banco Central
de Rusia subió 9,5 puntos hasta un 20% la tasa directriz.
Además el Banco
Central Europeo reveló que la filial europea del Sberbank ruso enfrenta una
posible quiebra.
En el plano político
los medios estatales rusos RT y Sputnik fueron
prohibidos y todavía se espera una respuesta del Kremlin ante la
escalada de sanciones.
Una consecuencia
clave del conflicto es el impacto en el precio del petróleo y tanto
el Brent como el barril WTI subían ante el temor de una crisis energética.
La Asamblea General
de la ONU celebrará el lunes una sesión de emergencia para discutir el conflicto y la
Casa Blanca adelantó que presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendrá
conversaciones con aliados a las 16H15 GMT y socios para discutir
sobre los "acontecimientos" en curso.
En Ginebra, el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este lunes la celebración de un
debate urgente el jueves, a petición de Kiev y apoyado por una amplia
coalición de países.
Rusia, que se oponía,
propuso que se votara la propuesta. Finalmente, fue aprobada con 29 votos a
favor, 5 en contra -entre ellos China y Cuba, además
de Rusia- y 13 abstenciones (el Consejo cuenta con 47 miembros). AFP
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