El desarrollo humano va camino de retroceder por primera vez desde 1990, advierte el PNUD
Nueva York.- El
desarrollo humano global, como medida combinada de la educación, la salud y las
condiciones de vida en el mundo, podría retroceder este año por primera
vez desde la introducción de este concepto en 1990, según alertó el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El mundo ha visto
muchas crisis durante los últimos 30 años, incluida la crisis financiera global
de 2007-2009. Todas han golpeado con fuerza al desarrollo humano pero, en
general, a nivel global se ha conseguido avanzar cada año. La Covid-19, con su
triple impacto — en salud, educación e ingresos— puede alterar esta tendencia”,
explicó Achim Steiner, administrador del PNUD.
Los retrocesos en
aspectos fundamentales del desarrollo humano se están dando ya en la mayoría de
los países, ricos y pobres, de todas las regiones, indica un comunicado del
organismo.
Refiere que más de
300.000 personas han fallecido a causa de la Covid-19, y que las estimaciones
para este año apuntan a una caída del 4 % de la renta per cápita mundial.
Educación
Con el cierre de
escuelas, las estimaciones del PNUD de la “tasa efectiva de desescolarización”
(el porcentaje de niños y niñas en edad de cursar la enseñanza primaria
ajustado para reflejar aquellos que no tienen acceso a Internet) indican que el
60 % de ellos no están recibiendo ninguna educación, llevando la
desescolarización global a niveles desconocidos desde la década de 1980.
El impacto conjunto
de estos choques podría dar lugar a un retroceso inédito en los niveles de
desarrollo humano.
Y ello sin contar con
otras consecuencias importantes, como en lo relativo al avance hacia la
igualdad de género. Los efectos negativos de la crisis sobre las mujeres y las
niñas van desde el ámbito económico, menos ingresos y ahorro, mayor inseguridad
laboral, hasta la salud reproductiva, el trabajo de cuidados no remunerado y la
violencia de género.
Desigualdades en
educación
Las previsiones
apuntan a que la caída del desarrollo humano será mucho mayor en los países en
desarrollo que cuentan con menos medios para gestionar los efectos sociales y
económicos de la pandemia que otros países más ricos.
En el sector
educativo, ante el cierre de las escuelas y las profundas brechas
existentes en el acceso al aprendizaje online, el PNUD calcula que el 86 % de
los niños y niñas de primaria se encuentran actualmente sin escolarizar en los
países con un desarrollo humano bajo, comparado con el 20% en los países con un
desarrollo humano muy alto.
Sin embargo, con un
acceso más equitativo a Internet que permita a los países rezagados cerrar la
brecha con los que encabezan su grupo de desarrollo, algo que es factible, las
desigualdades actuales en materia educativa podrían cerrarse.
La adopción de
intervenciones decididas y enfocadas en la equidad puede impulsar la reacción
de las economías y las sociedades de manera que se logren mitigar los profundos
efectos de la pandemia de Covid-19.
“Esta crisis muestra
que si no somos capaces de integrar la equidad en nuestras políticas muchas
personas quedarán atrás. Esto cobra especial relevancia en el caso de las
‘nuevas necesidades’ del siglo XXI, como el acceso a Internet, que nos está
permitiendo aprovechar los beneficios de la teleeducación, la telemedicina y el
trabajo desde casa”, dice Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe
sobre Desarrollo Humano del PNUD.
Se pueden implementar
enfoques centrados en la equidad a un costo razonable. Por ejemplo, se calcula
que cerrar la brecha digital en los países de renta media y baja costaría solo
un 1 % de los extraordinarios paquetes de medidas fiscales de apoyo aprobados
hasta el momento en todo el mundo en respuesta a la Covid-19.
La importancia de la
equidad queda de manifiesto en el Marco de las Naciones Unidas para la
respuesta socioeconómica inmediata ante la crisis de la
COVID-19, que establece unos criterios de referencia básicos para
una buena gobernanza ecológica y en igualdad de género desde la que construir
una “nueva normalidad”.
El marco recomienda
la adopción de cinco pasos prioritarios para enfrentar la complejidad de esta
crisis: proteger los sistemas y servicios sanitarios; mejorar la protección
social; proteger los empleos, las pequeñas y medianas empresas y los
trabajadores del sector informal; políticas macroeconómicas que beneficien a
todos; y promover la paz, la buena gobernanza y la confianza para reforzar la
cohesión social.
El PNUD hace un
llamado a la comunidad internacional para que invierta rápidamente en las
capacidades de los países en desarrollo para seguir estos pasos.
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