Ana Julia estuvo tres horas en la finca de Rodalquilar hasta ser informada de la desaparición de Gabriel
Almería, España.- Ana Julia Quezada,
la autora confesa del crimen del niño Gabriel Cruz, permaneció al menos durante
tres horas en la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería), donde se produjo el
crimen, de forma que, tras acceder a la vivienda, estuvo cerca de dos horas sin
acceder a su teléfono móvil.
Según los peritos, que han acreditado
su amplia experiencia con la participación en otras investigaciones como la
búsqueda de Diana Quer, la acusada permaneció al menos durante tres horas en la
finca de Rodalquilar desde las 15,46 horas hasta que pasadas las 19,00 horas
recibió una llamada telefónica del padre de Gabriel, en la que le comunicó que
el menor había desaparecido.
El teléfono móvil de la procesada
emitió señal durante el tiempo que se mantuvo en la finca, si bien durante una
hora y 52 minutos no fue "usado ni manipulado" pese a ofrecer pulso a
la antena de telefonía. "A las 17,39 horas el teléfono empieza a tener
actividad, aunque no se sabe cuál porque no estaba intervenido", han
detallado. Cabe recordar que, según el informe de autopsia, la víctima habría
muerto entre las 15,30 y 16,30 horas.
Según la pericial, Quezada permaneció
en la finca hasta que a las 18,55 horas recibió una llamada del padre de
Gabriel, de forma que a las 19,04 horas se detectó un "cambio de
cobertura", una vez inició la marcha hacia Las Hortichuelas, donde se
encontraba la vivienda de la abuela del pequeño de la que habían salido tras
comer Gabriel, primero, y ella misma minutos después.
PERFIL BIOLÓGICO DEL NIÑO EN EL HACHA
El hacha encontrada en la finca de
Rodalquilar donde se produjo el crimen del pequeño Gabriel Cruz ha revelado
restos compatibles con el perfil biológico del menor en la superficie lateral
superior del mango y en la cabeza de la misma sin que se hallaran más restos
similares en la herramienta, si bien dicho análisis no ha permitido concretar
qué tipo de contacto se produjo.
Los peritos que han analizado el
hacha, que se mantuvo varios días en el exterior de la finca antes de ser
intervenida, han relatado en la quinta sesión de la vista oral que de las nueve
muestras realizadas, aquellas que fueron relativas al mango de la herramienta
dieron negativas, y que únicamente se encontró perfil genético de la víctima.
A preguntas del letrado de la
acusación particular, Francisco Torres, los peritos han señalado que la causa
por la que aparece en la parte superior del hacha AND del menor podría ser
"compatible" con que se "golpeara en la cabeza" al niño con
ella.
"La causa de por qué ese AND se
deposita en el hacha son todas aquellas que ustedes puedan imaginar", ha
recalcado el investigador quien, en respuesta a la defensa de Ana Julia
Quezada, ha insistido en que mediante el análisis no se determina cómo el
perfil genético ha llegado hasta ahí.
Cabe recordar que, según la versión
de la acusada, la muerte del menor se produjo de forma "accidental"
tras iniciarse una supuesta discusión debido a que el menor jugaba con el hacha
que, posteriormente y según reconoció Quezada, fue empleada para terminar del
ocultar el cuerpo del niño en un espacio junto a la alberca de la finca de
Rodalquilar.
Además de en el hacha, los expertos
han constatado la existencia de sangre de Gabriel en una mancha localizada en
la puerta de la estancia, en la ropa interior del pequeño y en una de las
camisetas que la acusada fue arrojada al contenedor de vidrio de Retamar el 5
de marzo.
EL CUERPO NO SE MOVIÓ
De otro lado, el análisis de la
tierra efectuada en el maletero y en la finca, así como sobre el cuerpo del
menor, han permitido constatar que se trataba del mismo tipo, lo que permitirá
descartar que durante el tiempo que se realizó la búsqueda el cuerpo del menor
fue desplazado o cambiado de lugar.
Los especialistas en criminalística
han explicado los métodos empleados para la recogida de vestigios en la finca,
con especial incidencia en el extremo de la alberca en el que se había
enterrado el cuerpo y que estaba compuesto, principalmente, por piedras blancas
ornamentales del tamaño de una "canica" o "hueso de
aceituna".
Así, se constató la existencia de un
"hundimiento" en la zona de la grava, del que se recogieron vestigios
como un "fragmento de cabello". También se intervinieron tablas de
madera empleadas días atrás para intentar cubrir la zona así como varias
herramientas, entre ellas, una paleta y un cortafríos.
Los agentes constataron la existencia
de un hueco de unos diez centímetros de profundidad, 60 de largo y otros 40 de
ancho como posible fosa cavada por la sospechosa para ocultar el cadáver y
hallaron en la puerta de aluminio que comunicaba la casa con el patio una
mancha de sangre "de un centímetro de largo" y cuyo perfil genético
se correspondía con el de Gabriel.
A preguntas de la Fiscalía, los
agentes han señalado que en la habitación en la que se produjo el crimen,
además de la referida mancha de la puerta metálica que daba al exterior, tan
solo se halló a través de un revelador químico un resto biológico en el
interruptor de la luz. Al respecto, la acusación particular ha dejado caer la
posibilidad de que se limpiara la estancia.
Los agentes que inspeccionaron el
coche de la acusada han ratificado la existencia de unos guantes negros y una
mochila en el asiento del copiloto que entre otros efectos contenía varios
fármacos. También encontraron un cubo de fregona en la parte trasera del
copiloto y la bolsa de farmacia contenía una caja con un blíster de Lorazepam
de un miligramo, un blíster de ibuprofeno, un blíster de aprazolam Y restos de
un blíster de lorazepam, además de una caja más de lorazepam con dos blísters
de dos miligramos. A todos ellos les faltaban comprimidos.
Tras desplazar el coche hasta la
Comandancia, se realizó un reportaje fotográfico sobre la situación en la que
se encontró el cuerpo, que contaba con una "gran acumulación de tierra
seca" y del que se tomaron huellas.
La sesión ha vuelto a contar con la
protesta del letrado de la defensa de Quezada, el letrado Esteban Hernández
Thiel, quien ha solicitado otra vez intervenir en último lugar para formular
sus preguntas a los testigos, lo que ha rechazado la magistrada-presidenta,
Alejandra Dodero, para atender al orden fijado. Europa Press
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