Luce inviable la elección primaria simultánea con padrón de la JCE
La emergencia determinada por el paso del huracán Irma aplazó
esta semana el interés de la comisión bicameral que promueve la ley de partidos
por alcanzar consenso en el liderazgo político sobre la conveniencia de
celebrar las elecciones primarias el mismo día, con padrón abierto y bajo
organización de la Junta Central Electoral (JCE).
La propuesta divide a los partidos, incluso en su interior, y
no cuenta con la aprobación de la JCE, además de que parece inviable por la
cantidad de precandidaturas que implicaría, razones más que suficientes para
que se imponga la necesidad de consenso, sin que sigan reduciendo los alcances
democráticos del proyecto de ley.
En “los toques finales”.- La comisión bicameral que estudia
el proyecto de Ley de Partidos inició otra legislatura empeñada en encontrar
consenso sobre esa pieza, empantanada básicamente en el dilema de si las
elecciones primarias deben ser simultáneas y si con el padrón universal de
electores o el de los militantes de partidos, así como en la cuota de
candidaturas de las mujeres y si debe extenderse a los cargos directivos de las
organizaciones política, y el tope de financiamiento.
Al comenzar la semana una delegación de la Comisión que
preside el senador Arístide Victoria Yeb concluyó un largo periplo con los
líderes políticos, al reunirse con el presidente Danilo Medina y el jueves se
proponía socializar en el pleno de los comisionados las posiciones del
mandatario y otros líderes políticos sobre los temas no consensuados. Pero ahí
se atravesó el huracán Irma que paralizó el país a mitad de semana, relegando
los trabajos.
Ya antes los comisionados se reunieron con dirigentes de los
demás partidos mayoritarios, es decir, del Partido Revolucionario Moderno, del
Revolucionario Social Cristiano y del Partido Revolucionario Dominicano, entre
los cuales tampoco hay consenso. También el lunes el Comité Político del PLD
trató sobre el dilema, pero ante la dificultad para ponerse de acuerdo decidió
convocar una reunión especial el próximo sábado 16, en la que adoptaría una
posición definitiva.
Lo que prefiere Danilo.- Tras la reunión de los
subcomisionados con el presidente Medina, el vocero de los diputados del PRM,
Alfredo Pacheco, confirmó lo que se rumorea hace tiempo: que el mandatario
prefiere las primarias simultáneas, con el padrón universal, o abierto, y
organizadas por la JCE. No quedó duda cuando el jueves Gonzalo Castillo, el
ministro de Obras Públicas, del Comité Central del PLD, y prominente danilista,
dijo: “nosotros apoyamos que se hagan las primarias con el padrón de la Junta y
que sean simultáneas”.
Al igual que Medina, el presidente del PLD, Leonel Fernández,
ha preferido no hablar públicamente sobre sus preferencias, pero algunos de sus
más cercanos colaboradores, como Franklin Almeyda, han defendido que sea con el
padrón del partido. Se ha dicho que las diferencias entre los peledeístas es de
los factores que en los últimos años han frenado la aprobación de la Ley de
Partidos.
Por su lado, el presidente en funciones del PRM, Roberto
Fulcar, ratificó el martes la posición de ese partido: “la inclusión en la ley
de las elecciones primarias simultáneas, organizadas por la JCE en base a los
padrones internos de los partidos constituiría un paso de trascendental
importancia para la institucionalidad democrática y la transparencia”.
Se ha dicho que en la comisión el PRSC ha sostenido una
posición flexible, y Pacheco también reveló que ese partido ha propuesto una
cumbre de dirigentes políticos para buscar consenso en una u otra dirección. Al
reunirse en abril con la comisión bicameral, representantes de 12 partidos
minoritarios plantearon que las primarias sean organizadas por las propias
organizaciones políticas y no por la JCE.
Propuesta impracticable.- Parece haber predominado entre los
partidos que sea la JCE la que organice las primarias simultáneamente y haga el
cómputo, sin precisarse quién pagará el costo y si implica mayor financiamiento
estatal a unos partidos que confiesan incapacidad de autogestión y no quieren
rendir cuentas. El proyecto de la JCE indica que cada partido decidiría la
fecha para escoger sus candidatos, entre un año y siete meses antes de cada
elección, dejando las opciones de que sea organizada por esa institución o por
el partido, pero en este caso bajo su supervisión y fiscalización.
La experiencia de los propios partidos no recomienda la
concentración de la organización simultánea y el cómputo de la elección de
candidatos de todos los partidos, por la multiplicidad de precandidatos que
implicaría. El proyecto sugiere que para las primarias se permita hasta tres
aspirantes por cargos, lo que triplicaría el esfuerzo del escrutinio de una
elección nacional, y sin especificar cómo evitar que aspiren más de tres.
Asumiendo que sean sólo los cuatro partidos que obtuvieron
más del 5 por ciento de la votación en los comicios del 2016, sólo pudiera
realizarse en la presidencial y congresual que en mayo del 2020 involucraría
190 diputados, 32 senadores, presidente y vicepresidente, para un total de 224,
que multiplicados por tres en cada partido involucraría 672 precandidatos y un
total de 2 mil 688 entre los cuatro.
A partir del 2020, las elecciones municipales se adelantan a
febrero, antes de las presidenciales, con 3 mil 982 cargos electivos, que con
tres precandidatos por partido implicaría 11 mil 946, y multiplicados por los
cuatro mayoritarios totalizaría 47 mil 784 precandidatos. Nadie puede prever
cuánto tiempo se tomaría la JCE para computar los votos que obtengan cada uno
en boletas separadas, pues no cabrían en una sola.
En los comicios del 15 de mayo del 2016, la JCE se tomó dos
semanas para concluir el escrutinio de los votos de los 4 mil 206 candidatos,
el 29 de mayo, dejando sin computar los resultados de cientos de colegios. Por
su parte el PLD celebró primarias el 15 de diciembre del 2015 para elegir sólo
a 15 candidatos a diputados y la mayoría de los municipales, y con muchas
dificultades concluyó su cómputo el 27 de diciembre, también dos semanas
después.
Real Ley de Partidos.- Si el sistema político quisiera en
verdad una real Ley de Partidos que rescate la institucionalidad democrática y
revierta el desprestigio del sistema político, debería concentrarse en los
aspectos fundamentales, dejando atrás el absurdo debate sobre las primarias.
Todavía siguen negando el principio de la paridad de género. La transacción
sería elevar la cuota de la mujer del 33 al mínimo del 40 por ciento, pero no
sólo en las candidaturas, sino también en los cargos directivos de los
partidos.
Sigue la resistencia a topes de financiamientos de partidos,
precandidatos y candidatos. Lo consensuado por la comisión bicameral está
evadiendo hacer transparente los ingresos y gastos y una más equitativa
repartición del financiamiento estatal, así como sanciones disuasorias de
violaciones y delitos electorales. Están reduciendo del 25 al 10 por ciento la
proporción de este destinado a educación de sus miembros.
Para hacer el ridículo han consensuado un tope de las
contribuciones individuales a los partidos en el 1 por ciento del mayor
financiamiento estatal que reciba un partido, lo que en el 2016 hubiese sido 4
millones 190 mil pesos, unos 84 mil dólares, cuando en Estados Unidos es de 2
mil 500 dólares. La Ley de partidos puede terminar en una burla más del sistema
partidista.
Fuente: www.hoy.com.do
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