Sacerdote regalaba dulces para acercarse a menores

Fotografías de Víctor Ramírez y Glauco Moquete.
Hace seis años el sacerdote Elvin Taveras, acusado de asesinar al adolescente Fernelis Carrión Saviñón, fue asignado en la parroquia Santa Cecilia, ubicada en el residencial Los Rosales, Santo Domingo Este, para ofrecer la misa. Vivía frente a la iglesia, y su residencia era visitada constantemente por niños y adolescentes, todos de sexo masculino.

Las visitas constantes de menores de edad a la residencia de Taveras, la cual es asignada por la iglesia para el sacerdote que ofrece las misas, nunca llamó la atención de los residentes en el residencial Los Rosales, quienes definen al sacerdote como un hombre alegre, tranquilo y amable con todos los residentes en esa zona.

“El padre es una persona alegre y cariñosa. Se relacionaba mucho con niños y adolescentes, eso sí, que solo eran varones. A pesar de eso, todavía nos sorprende lo que está pasando. Todos habíamos visto que entraban niños y adolescentes a la casa, pero nunca pensamos nada malo”, relató Juana.

El sacerdote salía en su vehículo y a veces llegaba con menores, “pero solo eran varones. Si entraba una mujer era mayor, de esas que van a la iglesia”.

"Mi hijo mayor estaba en el preseminario para ser sacerdote y yo lo saqué", dice madre de Fernelis

Ofrecía dulces a menores
De acuerdo con Juana, el sacerdote Taveras le ofrecía dulces a los niños y adolescentes de la zona con la finalidad de establecer una mejor confianza con ellos y llevarlos a la iglesia.

“El sacerdote le ofrecía dulces a los niños. Lo vi en varias ocasiones y hasta lo hizo con mi hijo”, reveló.

Todavía sorprendida con lo que ha pasado, Juana reveló que Taveras le ofreció en varias ocasiones dulces a su hijo menor de edad, y aunque a ella no le molestó, a su esposo sí.

“Cuando mi esposo se enteró que él le dio dulces en varias ocasiones al niño, fue a su casa y le prohibió que volviera a ofrecerle dulces a nuestro hijo”, precisó.

Juana, quien aseguró no confía en la Iglesia Católica, tanto por los casos de violaciones de sacerdotes a menores de edad que han ocurrido fuera del país como los locales, manifestó que su esposo siempre está más alerta que ella.


“Al parecer mi esposo le vio algo extraño a ese hombre y acertó. Mi hijo quería estar con sus amiguitos visitando la iglesia y se lo prohibimos. Algo nos dijo que las cosas no andaban bien con ese hombre”, indicó.

Taveras era amable
Juan, también residente en el residencial Los Rosales, definió al sacerdote como un hombre tranquilo y amable con todas las personas que viven en la zona.

“Llegué a hacerle algunos trabajos en su casa y lo que pude percibir es que era una persona tranquila y que ayudaba a los demás”, dijo.

Manifestó que todos los residentes en ese lugar están sorprendidos con la noticia de que el sacerdote violaba al adolescente de la iglesia y lo asesinó.

“Nosotros por aquí todavía no lo podemos creer. Las veces que hablé con él se mostró como un hombre muy religioso, creyente en Dios. Es difícil creer que una persona así haya violado por varios años a un menor y después lo haya asesinado”, dijo Juan.

Expresó que Elvin era el sacerdote asignado en esa parroquia para dar la misa.

 “Tenía unos seis años dando la misa y yo me sorprendí mucho cuando me enteré de eso. A veces es hasta difícil de creer”, agregó.

Sacerdotes deberían casarse
Carlos consideró que la Iglesia Católica debería permitir que los sacerdotes puedan casarse, para de esa manera evitar casos similares al de Fernelis.

“Deberían dejar que ellos se casaran. Creo que ese impedimento de poder tener relaciones sexuales es lo que los lleva a violar niños”, dijo Carlos.

Precisó que el impedimento de la Iglesia de que los sacerdotes se puedan casar también les crea algunas enfermedades.

“No es normal que todos los casos que se han hecho públicos de sacerdotes violando menores, sea a varones. Hay que evitar que esas cosas vuelvan a pasar”, apuntó.

HOY SE CONOCERÁ LA MEDIDA DE COERCIÓN AL ACUSADO
Justicia continuará caso: La Fiscalía de la Provincia de Santo Domingo solicitó ayer un año de prisión preventiva en contra del suspendido cura Elvin Taveras, acusado de asesinar al adolescente Fernelis Carrión Saviñón, pero la audiencia fue aplazada y se conocerá hoy a las 10:00 de la mañana.

La solicitud de medida de coerción en contra del cura fue presentada por el fiscal adjunto Gilberto Castillo, por ante el juez del Juzgado de Atención Permanente de esa jurisdicción, Julio Aybar.

El aplazamiento se hizo a fin de dar oportunidad al imputado para que esté representado por su abogado.

El imputado a la salida del tribunal guardó silencio y no quiso referirse a las acusaciones que le formula el Ministerio Público, y fue conducido bajo estricta de medida de seguridad a la cárcel de San Luis por agente de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM).

Ayer, la Policía Nacional confirmó que el asesinato del adolescente ocurrió de la manera que ha sido difundida en los medios de comunicación, y que la continuidad del caso le corresponde al ministerio público.

“No tenemos nada que decir. Ese caso ocurrió tal como ha sido diseñado en los medios de comunicación”, dijo el vocero policial, general Nelson Rosario.

Entretanto, la Defensora del Pueblo, Zoila Martínez, dijo que el caso del sacerdote Taveras ha removido los cimientos de la sociedad.

Sostuvo que cuando una persona que está para predicar el evangelio, como los sacerdotes, se ve involucrada en ese tipo de hechos, se  hace daño a sí mismo, a la iglesia y a la feligresía, porque  la gente pierde la fe.  

Fuente: www.listindiario.com.do

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