China autoriza a Trump usar su marca: ¿hay conflicto ético?
(AP) - Erika Kinetz Shanghai. Hay inodoros Trump, condones Trump, marcapasos Trump y hasta
un Trump International Hotel entre cientos de marcas registradas que no
pertenecen a Donald Trump. Pero después de una década de batallas legales
infructuosas, se espera que el hoy presidente de Estados Unidos sea autorizado
finalmente a usar su marca en China.
La victoria de Trump en su batalla por recuperar el derecho a
usar su nombre en edificios podría marcar un gran cambio en su disputa más
amplia en torno a la propiedad intelectual de su marca en China. En juego hay
49 solicitudes de registro de marca y 77 marcas registradas a su nombre, la
mayoría de las cuales deben ser renovadas durante su mandato. El presidente
también podría recuperar el control de más de 225 marcas asociadas a Trump en
poder de otros, o que buscan otros, usadas en todo tipo de mercaderías, sin la
participación del magnate.
Hay quienes piensan que otros países pueden aprovechar el
empeño de Trump en mantener el control de su marca para conseguir favores,
especialmente un país como China, donde los tribunales y la burocracia acatan
lo que dice el Partido Comunista de gobierno.
Abogados especializados en cuestiones éticas dicen que las
marcas Trump plantean conflictos de interés y pueden violar la llamada cláusula
de emolumentos de la Constitución, que prohíbe a los funcionarios públicos
aceptar nada de valor de otros gobiernos si no está explícitamente aprobado por
el Congreso.
"No hay dudas de que es una idea terrible el que Donald
Trump acepte el registro de estos valiosos derechos de propiedad en China
siendo presidente de Estados Unidos", expresó Norman Eisen, quien fue jefe
del departamento de ética de la Casa Blanca bajo el gobierno de Barack Obama.
"Sería justo llegar a la conclusión de que se trata de un esfuerzo por
influenciar al señor Trump relativamente barato para los chinos, potencialmente
muy valioso para él, y que podría resultar muy costoso para Estados
Unidos".
Richard Painter, director de asuntos éticos de la Casa Blanca
durante la presidencia de George W. Bush, opinó que la situación era
"altamente inapropiada". Dado que es bien sabido que Trump le da
mucha importancia el negocio de su familia, dijo Painter, otros gobiernos
"le van a dar lo que quiere y esperarán cosas a cambio".
Eisen es partícipe de una demanda según la cual los intereses
de Trump en el exterior violan la constitución de Estados Unidos. Trump dice
que la demanda "no tiene mérito alguno".
Alan Garten, asesor legal de la Trump Organización, que
maneja los negocios de Trump, dijo que se viene trabajando en el tema de las
marcas registradas de China desde mucho antes de las elecciones y que el
presidente ha dejado el manejo de sus negocios a sus hijos y a un equipo de
ejecutivos.
"La única marca que buscábamos", sostuvo, "es
la de los edificios, que alguien estaba usando indebidamente".
El valor exacto del derecho al uso de su marca no está claro,
pero en 2011 Trump escribió en una carta al entonces secretario de comercio
Gary Locke que había gastado cientos de miles de dólares en la defensa de su
marca en China.
Despotricó contra los tribunales chinos por no reconocer que
era famoso. "Pareciera que los únicos dos sitios en el mundo donde no soy
bien conocido son China y Macau".
La condición de Trump de presidente seguramente hará que le
resulte más fácil proteger su marca en China, según Zhou Dandan, abogado del
bufete de Beijing Unilaten que trabaja con Trump desde el 2006. Opinó que las
autoridades seguramente rechazarán cualquier solicitud para usar la marca de
Trump que no venga de su organización y que podría desautorizar el uso de esa
marca por parte de otros.
Eso es lo que está sucediendo ahora, en un caso que
concluiría esta semana.
En diciembre del 2006 Trump solicitó el derecho a usar la
marca Trump en obras de construcción. Se lo negaron porque alguien llamado Dong
Wei ya lo había pedido dos semanas antes. Trump lleva diez años peleando ese
caso.
Cuando lanzó su candidatura a la presidencia, sin embargo,
las autoridades chinas anunciaron en septiembre del año pasado que le retiraban
a Dong el derecho a usar la marca. Ya sin obstáculos, Trump pudo continuar con
su solicitud, la cual sería aprobada en cualquier momento. No fue posible
localizar a Dong para pedirle comentarios.
¿Por qué se ha despejado el camino de Trump después de tantos
años de reclamos infructuosos?
La Administración Estatal de la Industria y el Comercio de
China y el ministerio de relaciones exteriores no respondieron a pedidos de
comentarios.
Para Dan Plane, director de Simone IP Services, una
consultrora sobre propiedad intelectual de Hong Kong, "cuesta imaginarse
que los jueces y las autoridades comerciales chinas actuaron sin ninguna
pauta".
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