Jeff Sessions promete ser la voz de la razón en el Gobierno de Trump
El senador republicano Jeff Sessions, nominado por el
presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para ser su fiscal general, se
comprometió hoy ante un comité del Senado a ser la voz de la razón del futuro
Gobierno y a decir "no" al millonario neoyorquino "si se
excede" en su poder.
Sessions se sometió hoy a las preguntas de los legisladores
del comité judicial del Senado, cámara de la que depende su confirmación como
cabeza del Departamento de Justicia.
Conocido por sus duras posturas en inmigración y sus
propuestas para implementar "la ley y el orden", Sessions defendió la
independencia del cargo al que aspira y consideró que cualquiera que los
desempeñe debe poner la ley y la Constitución por encima de sus creencias.
"(Esa persona) debe estar comprometida a seguir la ley.
Él o ella deben estar dispuestos a decir 'no' al presidente si se excede. No
debe ser una persona que autoriza sin cuestionar", afirmó Sessions.
El senador dejó entrever desacuerdos con Trump en varios
puntos, como en la idea del millonario de prohibir la entrada de los musulmanes
a EE.UU. para evitar atentados terroristas.
"No apoyo la idea de que se les niegue la entrada al
país a los musulmanes como grupo religioso", dijo hoy Sessions, que
también se desmarcó de la promesa de Trump de restaurar la tortura por
ahogamiento simulado a sospechosos de terrorismo, una polémica práctica que
prohibió en 2009 el presidente Barack Obama.
Sessions también se comprometió a inhibirse de cualquier
investigación sobre la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, por
las polémicas donaciones a la Fundación Clinton o por el uso que hizo de
servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria
de Estado (2009-2013).
"No debe permitirse que una disputa política se
convierta en una disputa penal (...) Este país no castiga a sus enemigos
políticos, este país se asegura de que nadie está por encima de la ley",
afirmó Sessions.
Durante la campaña electoral, Trump prometió que haría que
su futuro fiscal general designara a un fiscal especial para investigar a
Clinton, a quien también prometió encerrar en la cárcel.
La nominación de Sessions ha generado un gran malestar entre
organizaciones como la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) y
más de 1.400 profesores de Derecho de EE.UU., que enviaron cartas al comité
judicial del Senado para alertar del "racismo" del senador.
De hecho, varios manifestantes, algunos vestidos con las
túnicas blancas y sombreros en punta como los del Ku Klux Klan, interrumpieron
en varias ocasiones la declaración de Sessions con gritos como: "¡No a
Trump, no a un Estados Unidos fascista, no al Ku Klux Klan".
En su declaración, Sessions calificó de "falsas"
algunas de las acusaciones que se han lanzado contra él, como que persiguió a
los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos y apoyó al grupo
racista Ku Klux Klan durante su etapa como fiscal para el distrito sur de
Alabama (1981-1993).
"Aborrezco al Ku Klux Klan, lo que representa y su
odiosa ideología", aseguró Sessions.
El senador despreció la "caricatura" que se ha
pintado de él y de la audiencia en la que, hace 30 años, el comité judicial del
Senado rechazó su candidatura para convertirse en juez de una corte de Alabama,
puesto al que le había nominado Ronald Reagan.
No obstante, Sessions defendió sus duras ideas sobre
inmigración y expresó que apoyaría acabar con el programa de Acción Diferida
(DACA), que ha permitido frenar la deportación de 750.000 jóvenes que llegaron
al país de niños y que son conocidos como "dreamers" (soñadores).
El senador llamó "amnistía masiva" a ese programa
y consideró "muy cuestionable" la constitucionalidad de ese plan
migratorio, proclamado por el presidente Barack Obama en 2012 y que, al haber
sido puesto en vigor por decreto, puede ser eliminado por Trump haciendo uso
del mismo poder Ejecutivo.
"Fundamentalmente, necesitamos arreglar este sistema de
inmigración", subrayó Sessions, quien en 2007 y 2013 votó en contra de dos
proyectos legislativos que buscaban abrir un camino a la ciudadanía para
algunos de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en el
país.
La nota de color de la audiencia la pusieron, además de las
protestas, cuatro de las nietas de Sessions que se sentaron en las primeras
filas y entre las que destacó la más pequeña de todas, con un lazo blanco en el
pelo y que interrumpió con algunos sonidos a los legisladores.
La oposición demócrata no tiene los votos necesarios para
bloquear la confirmación de Sessions y, por ello, está tratando de abrir una
grieta entre las filas conservadoras.
Después de varias audiencias en el comité judicial, Sessions
se enfrentará al voto del pleno de la Cámara alta, donde su confirmación parece
factible debido a que necesita el voto favorable de 51 de los cien senadores y
los republicanos cuentan con una mayoría de 52 escaños.
La votación sobre el nombramiento de Sessions no podrá
producirse hasta después del 20 de enero, cuando Trump será investido como
presidente.
Fuente: www.listindiario.com
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