Habrá más pobreza y hambre si no se lucha contra cambio climático, según FAO
Roma.- El cambio
climático ya está afectando a la agricultura y la seguridad alimentaria por lo
que, si no se toman medidas urgentes, más millones de personas sufrirán hambre
y pobreza, advirtió hoy la Organización de la ONU para la Alimentación y la
Agricultura (FAO).
De no producirse cambios, el número de pobres podría aumentar
entre 35 y 122 millones para 2030 en comparación con lo que sería un futuro sin
cambio climático, según su informe bienal sobre el estado mundial de la
agricultura y la alimentación.
La agencia apuntó que la productividad agrícola corre así el
riesgo de disminuir y la escasez de alimentos podría elevar drásticamente los
precios de estos productos, afectando a las regiones que ya tienen altos
índices de hambre y pobreza, sobre todo en África subsahariana.
Para evitar esa situación, la FAO llamó a ayudar a los cerca
de 475 millones de pequeños agricultores de bajos ingresos con vistas a
erradicar la pobreza y el hambre en el mundo, dos de los objetivos que la
comunidad internacional se ha marcado para 2030.
Entre las formas de mejorar los ingresos agrícolas, el
estudio aboga por diversificar la producción integrando, por ejemplo, los
cultivos, el ganado y los árboles. Si los recursos son limitados, existe la
posibilidad de que se deban crear oportunidades fuera de las explotaciones, con
empleos rurales no agrícolas o incluso la migración a las ciudades.
En ese sentido, la FAO consideró necesarias la protección
social, la educación y las políticas activas del mercado de trabajo, así como
mejores infraestructuras, información climática y acceso al crédito, los
seguros sociales y los fondos para el clima.
Por otra parte, la organización instó al sector primario a
contener las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que una quinta parte
de estas son generadas por la agricultura, la actividad forestal y el cambio de
uso de la tierra.
Se estima que la adopción de prácticas sostenibles en
ganadería podría reducir hasta un 41 % sus emisiones de metano, mientras que
alternar las acciones para humedecer y secar los arrozales las disminuiría un
45 % en ese otro caso, según el informe.
Frenar la deforestación y la degradación de los bosques
constituye otra de las prioridades para reducir las emisiones, aunque se
necesitarían compensaciones económicas a los agricultores que ven limitada su
actividad, añadió la FAO. EFE
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